“Como aceite” habla de un recorrido emocional que empieza con una luz que se apaga y sigue con la voluntad de volver a encenderla. Son las ganas de guardar recuerdos en bolsas de plástico para que no se arruinen y la necesidad de apaciguar momentos duros e intensos, cuidando la imagen como si fuera una persona. He librado un recuerdo de su esencia física, dando al fuego la posibilidad de elegir qué parte de la imagen guardar y quedándome con las cenizas de un recuerdo.
Tranquilicé las fotos como me tranquilizaría a mí misma, las llevé al mar y las bañé dejándolas flotar, las duché para que se sintiesen libres de llorar bajo el agua y luego esperé, respetando el tiempo necesario para que se secasen, sin moverlas, sin forzarlas para no romperlas.
Ellas han vuelto a secarse, a ser fuertes, modificadas por lo pasado pero listas para ponerse en marcha de nuevo.
Admiro el aceite por su capacidad de volver siempre a la superficie.
Tranquilicé las fotos como me tranquilizaría a mí misma, las llevé al mar y las bañé dejándolas flotar, las duché para que se sintiesen libres de llorar bajo el agua y luego esperé, respetando el tiempo necesario para que se secasen, sin moverlas, sin forzarlas para no romperlas.
Ellas han vuelto a secarse, a ser fuertes, modificadas por lo pasado pero listas para ponerse en marcha de nuevo.
Admiro el aceite por su capacidad de volver siempre a la superficie.