La distancia que nos separa del interior del vientre materno al mundo exterior, es el recorrido más corto, más intenso y más revelador, que viviremos a lo largo de nuestras vidas.
Cómo recorremos este camino y cómo nos reciben al final del trayecto, nos deja una marca profunda de cómo es el mundo al que venimos.
Estos diez centímetros que marcan el inicio de la vida, son una gran oportunidad de cambiar un mundo cada vez más deshumanizado, si volvemos a ser conscientes de su poder transformador.